Eres maestro de Reiki y deseas seguir avanzando. Mira hacia dentro, el camino está en ti.

Hacerse maestro lleva tiempo. Es bueno lanzarse a enseñar Reiki a otras personas pronto. Con el diploma en un cajón no hacemos nada. Nos convertimos en verdaderos maestros andando el camino.

Ya eres maestro de Reiki, ¿cómo sigues ahora?

Eres Maestro de Reiki cuando has acabado la formación del método Reiki Usui. Al terminar el curso de Maestría de Reiki vas a recibir un diploma que dice que ya eres Maestro de Reiki.
Pero, con frecuencia, los alumnos recién titulados aún no se sienten maestros. El diploma se ve muy bonito en la pared, pero a fin de cuentas, ¡sólo es un papel!

En parte es lógico que el alumno se sienta inseguro porque necesita un tiempo para asimilar lo aprendido y realizar las prácticas correspondientes.

¿Dónde hacer prácticas?

Las escuelas de Reiki suelen facilitar a sus alumnos alguna forma de realizar las prácticas de Maestría.

Quizá puedas formar parte del equipo de maestros auxiliares de la escuela y te dejen practicar con alumnos reales. Esto es muy buena manera de ejercitar pero, muchas veces, resulta insuficiente. Puede pasarte que, incluso después de las prácticas, te sigas sintiendo inseguro.

Por supuesto, que lo reconozcas es muy buena señal: significa que has comprendido la responsabilidad que entraña ser Maestro de Reiki y que tu actitud ante la maestría entraña una ética interior.

¿Cómo sentirme Maestro de Reiki?

Lo primero es aceptar que aún eres principiante y que vas a necesitar seguir practicando.

¿Recuerdas cuando hiciste el primer nivel de Reiki? Seguro que tu maestro insistió en lo importante que era que te dieras Reiki a ti mismo durante 21 días y te animó también a que te lanzaras a usar tu Reiki con otras personas. Tu maestro te dijo aquello porque quería que practicaras Reiki a toda costa. Y porque sabía que, para hacerse buen canal de Reiki, es imprescindible practicar y practicar.

Pues igual te ocurre ahora: para hacerte maestro de Reiki también necesitas practicar mucho. Lo que pasa es que, en este momento la cosa se pone más difícil porque, para un alumno de maestría, practicar significa ponerse a enseñar Reiki.

¿Cómo aprender a… enseñar?

Dicen que la mejor forma de aprender algo a fondo es enfrentarnos a tener que explicárselo a otras personas y, sin duda, es cierto.

Por supuesto, al principio vas a encontrar  muchos escollos: tus alumnos te van a preguntar cosas complicadas. Pero eso ¡es bueno!, porque te va a obligar a repasar el temario y a profundizar en las respuestas que sientes más acertadas. Ponerte a enseñar también te volverá más humilde, más comprensivo con los errores de los demás y más profundo en tu forma de mirar al otro. Es decir, enseñando Reiki te volverás mejor Maestro, tanto en conocimientos, como en madurez.

Pero, ¿sabré hacer Iniciaciones?

Pues, al principio, probablemente no. Para sentirse seguro sintonizando, es necesario haber hecho muchas iniciaciones. Estás como la pescadila que se muerde la cola: si nunca inicias a nadie, nunca sabrás cómo abrir un canal.

Por lo tanto, nuestro consejo es que empieces ya. Habla con tus familiares y amigos, explícales que te has hecho maestro de Reiki y que, para consolidar tu formación, necesitas iniciar a otras personas. Ofrécete de forma altruista para iniciarles y enseñarles Reiki… si a ellos les apetece (recuerda que en Reiki siempre pedimos permiso).

¿Qué hago en caso de no conseguirlo?

Si la primera vez que intentas iniciar a una persona no lo consigues, prueba una segunda y una tercera vez… ¡o todas las que hagan falta, hasta que lo consigas! El propio Mikao Usui hacía hasta cuatro iniciaciones a cada alumno en cada nivel de Reiki. Así que, si tú no lo consigues a la primera, no te preocupes, que Mikao Usui tampoco. Cultivar la perseverancia también nos convierte en maestros de Reiki (…y del éxito).

Aunque te sientas inseguro, sigue sintonizando a otras personas. Recuerda que no estás solo. Estás siendo acompañado durante toda la ceremonia. En presencia de la energía Reiki, todo ocurre siempre para bien, así que no temas equivocarte. Sólo pasará lo que tenga que pasar, para el mayor bien de todos.

Una última recomendación: ¡no dejes pasar el tiempo!. En cuanto tengas el diploma, lánzate. Si no practicas lo que acabas de aprender, corres el riesgo de que se te olvide. Ahora que tienes fresco el aprendizaje, es el momento de que te des permiso para poner en uso lo que te han enseñado. ¡Adelante! Siempre que intentamos algo difícil el camino parece duro, pero también gratificante y fuente de crecimiento. Disfruta de sentirte maestro de Reiki, ¡date permiso desde hoy!

Namaste

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