Hoy vamos a hablar de las liberaciones con Reiki. Algunas veces tenemos un paciente o alguien de nuestra familia o un amigo que está pasando una etapa difícil o un momento de depresión y le ofrecemos unas sesiones de Reiki para que consiga mayor equilibrio y paz.
Entonces la persona accede y quedamos un día con ella para empezar el tratamiento. Pero, para nuestra sorpresa, a mitad de la sesión esta persona empieza a llorar.
Si quieres comprender a fondo este proceso de sanación te recomendamos nuestro Curso de Terapeuta de Reiki.
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Liberaciones con Reiki
Por supuesto que no lo hemos hecho mal. ¡Todo lo contrario! Se trata de una liberación con Reiki.
En el siguiente video te lo explicamos con más detalle.
Nuestra intención como reikistas
Es cierto que nuestra intención era ofrecer paz y relajación y nos extraña el resultado, pero en realidad lo que ocurre es que la forma en que sana la energía va más allá de nuestras expectativas. Tal vez nosotros creíamos que lo que necesitaba esta persona para sentirse mejor era tener más paz, pero resulta que lo que realmente le hacía falta era liberar emociones. Y justamente eso es lo que el Reiki le ha proporcionado.
Algunas veces las personas lloran espontáneamente porque trabajamos con una energía purificadora. Entra en el cuerpo de la persona y si se encuentra un bloqueo energético (un bloqueo de tipo emocional) empuja para que esa emoción que estaba reprimida salga al exterior y desaparezca el bloqueo.
Es un proceso de sanación especial que provoca el reiki cuando hace falta y la persona está abierta a una curación más profunda. Para que se produzca, es necesaria también esa apertura por parte del paciente.
Esta actitud se puede dar o no, y eso no depende del reikista. Muchas veces las personas tenemos un gran apego a nuestro dolor, a nuestro sufrimiento, a una zona de confort de la que siempre nos estamos quejando, pero que en realidad nos proporciona otro tipo de cosas a las que no queremos o no podemos renunciar. Por una parte, nuestra zona de confort no nos gusta pero, al mismo tiempo, no estamos dispuestos a superarla. A esto lo llamamos resistencias a sanar.
Sin resistencias, encontramos mayor sanación
Si estamos con un paciente de Reiki y esa persona no tiene resistencias a sanar en este momento, es posible que el Reiki le ayude a liberar los bloqueos energéticos que pueda tener.
Entonces, si le estás dando Reiki a alguien y empieza a llorar, no pienses que lo has hecho mal porque lo estás haciendo muy bien. Realmente no puedes hacer nada más que dar Reiki. Tu labor empieza y acaba en eso, pues con Reiki sólo somos canales. Nuestra labor es estar presentes canalizando la energía y cualquier proceso de sanación que se presente no depende de nosotros, sino del Reiki y del propio paciente.
La energía Reiki siempre se adapta a las situaciones que se presenta de la mejor manera posible.
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Esther Ponce, maestra de Reiki de la Escuela Reikiterapias en Madrid, España y de la Asociación de Reiki de Madrid, REMA.