Comprender las Constelaciones Familiares

Comprender las Constelaciones Familiares no resulta fácil. Sin embargo, cuando asistimos a una sesión, la experiencia nos conmueve, incluso sin entender lo que hemos vivido.

¿Qué hay detrás de las Constelaciones Familiares? ¿Es posible comprenderlas? A continuación te ofrecemos algunas pistas.

Entender lo que sucede

Lo que ocurre en una constelación es difícil entenderlo si no tienes experiencia previa. Con el tiempo lo vas comprendiendo, por supuesto, mientras asistes a distintos talleres de Constelaciones Familiares.

Pero, para avanzar deprisa, conocer la filosofía de Bert Hellinger en las Constelaciones es muy bueno.

Si te interesa comprender las Constelaciones puedes asistir a  nuestro curso Aprender a Interpretar las Constelaciones Familiares

En esta entrada también tienes algunas claves para que puedas empezar a entenderlas.

Comprender la temática de las Constelaciones Familiares

El tema central en Constelaciones Familiares eres tú mismo y tu propia saga.

Pero atención, cuando nos referimos a la propia saga estamos hablando de toda la saga. Es decir, no sólo nuestros padres y abuelos. También todos aquellos que les han precedido.

Son al menos siete generaciones -a veces muchas más- las que pesan sobre cada persona.

Es decir, desde el punto de vista de las Constelaciones, la energía de los que nacieron y vivieron siete generaciones antes que nosotros está presente aún en nuestra vida.

Ni siquiera los conocimos, ni siquiera sabemos qué les ocurrió. Pero la energía de esos ancestros pervive, latente, en el corazón de nuestra familia y de nosotros mismos.

Esto no es posible evitarlo. Nos sucede a todos. Lo que hoy nos pasa está condicionado, en buena parte, por la energía de toda nuestra saga.

El desorden familiar

También los desórdenes de nuestros ancestros repercuten sobre nosotros.

La forma en que ellos se amaron, cómo organizaron sus sentimientos y las estrategias emocionales que establecieron para sobrevivir. Todo influye.

Por ejemplo, si faltaron respeto a sus mayores o si excluyeron a otros familiares, estamos hablando de desórdenes. Son dinámicas que han creado un desequilibrio y fuente de dolor para el árbol.

Cómo repercute la sanación en todos

Por suerte, cuando una persona actualmente viva pone en orden aquel dolor ancestral, el beneficio no es sólo para ella.

Por una parte, es cierto que su vida empieza a ganar en estabilidad. Pero por otra, también las heridas de los ancestros empiezan a cerrarse. Como resultado, la paz empieza a instaurarse en la familia, poco a poco.

Por eso, cuando los padres constelan su propia problemática, las generaciones nuevas -los hijos- empiezan a solucionar también sus propios problemas.

Esto ocurre así porque todo y todos estamos conectados, desde siempre y para siempre.

En consecuencia, cuando uno mismo empieza a sanarse, los demás familiares también lo hacen, por resonancia.

Autora: Esther Ponce, maestra de Reiki, facilitadora. Directora de la escuela Reikiterapias en Madrid.

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