Los problemas con los hijos en Constelaciones Familiares se pueden trabajar de forma muy eficaz.
El trabajo no se centra sólo en los hijos sino que incluye también la sanación de los propios padres.
Hacer un Curso para Aprender a Constelar y comprender las Constelaciones Familiares es muy útil para avanzar más deprisa. En nuestra escuela dispones de este tipo de cursos y también de Talleres para Constelar en grupo y Sesiones para Constelar en privado.
Qué significan los problemas con los hijos en Constelaciones Familiares
Los problemas que manifiestan los hijos con frecuencia son reflejo de conflictos internos que están viviendo los propios padres.
En estos casos la solución no reside en cambiar a los hijos sino en poner orden en lo que los padres están padeciendo.
Por ejemplo, si los padres viven en medio de reproches mutuos. O si se faltan al respeto. O cuando se han separado de forma conflictiva. También si uno de los padres está deprimido.
Todo esto y muchas otras circunstancias influyen en el comportamiento de los hijos.
Qué es lo que muestran las Constelaciones
En las Constelaciones Familiares se ven las causas profundas de los problemas de los niños.
Con frecuencia, durante la Constelación, el padre o la madre ven representado su propio conflicto.
También en las Constelaciones se ponen en marcha los mecanismos de solución. La misma Constelación origina un movimiento de sanación en la familia que pone en orden a todos, incluidos los propios padres.
Padres en orden, hijos en orden
Los hijos, para ser felices, necesitan que sus padres sean felices y estén en orden. Que se respeten mutuamente.
Del mismo modo, si alguno de los padres no ha tomado a sus propios padres (los abuelos), es necesario que aprendan a tomarlos. Cada generación debe aceptar e integrar a sus antepasados, tal y como han sido. Reconciliarnos con nuestros propios padres es necesario.
La energía de la familia se contagia de generación en generación
Cualquier asunto emocional que los padres dejamos sin resolver en nuestro corazón, queda en herencia para el corazón de nuestros hijos.
El resentimiento y las responsabilidades que no asumimos no se resuelven el día que nos vamos. Porque cada generación carga con las deudas emocionales de sus ancestros.
Por el bien de nuestros hijos y por el nuestro propio, nos corresponde solucionar nuestra parte.
Autora: Esther Ponce. Facilitadora, maestra de Reiki y directora de la escuela Reikiterapias.