Hoy vamos a explicar cómo darnos reiki para un esguince de tobillo. Esta es una de las técnicas que explicamos a los alumnos en nuestros Cursos de Reiki en Madrid

Supongamos que nos acabamos de torcer un tobillo y aunque, más o menos, ya podemos caminar, todavía nos duele. Lo tenemos vendado o quizá con una tobillera, pero no acaba de recuperarse. Los esguinces muchas veces dan la lata durante largo tiempo y la Energía del Universo va muy bien para acortar el trauma y para que vaya más rápida la recuperación. Además, como el tratamiento es completamente natural, puede combinarse con cualquier otro tratamiento médico o alternativo.

Cómo darnos Reiki para un esguince de tobillo

Entonces, lo que vamos a hacer con el tobillo es, obviamente, darnos Reiki. Basta con cinco o diez minutos para empezar a ver resultados en poco tiempo y podemos hacerlo antes de acostarnos o mientras estamos viendo la tele, por ejemplo. No hace falta que te des un tratamiento completo. Ocúpate sólo de tu tobillo.

Los pasos fundamentales para darnos Reiki en un tobillo son:

  1. Abre sesión
  2. Frota tus manos para generar calor
  3. Coge el tobillo entre tus manos
  4. Aplica energía durante 10 minutos
  5. Cierra sesión
  6. Si quieres conservar mejor la energía en tu tobillo, enróllalo en una toalla pequeña durante un ratito

¿Cuándo realizar el tratamiento?

Nos comprometemos a establecer un hábito. Por ejemplo, podemos decidir utilizar en algunos de esos momentos en que normalmente estamos de vacío y sin ocupación durante el día y así nos aseguramos de que la sanación le va a llegar al dolor con continuidad. Recordemos que el efecto de la energía es acumulativo y que cuanta más nos demos, cómo es lógico, más se nota su beneficio.

Si quieres añadir aceites esenciales en el proceso de sanación, en este video vas a ver paso a paso cómo hacerlo:

Cómo añadir aceites esenciales

Para potenciar aún más el tratamiento podemos coger un botecito de aceite de almendras dulce y ponernos unas gotitas en las manos antes de aplicar la energía.

También es buena idea añadir una gotita de un aceite esencial que nos guste, puede ser por ejemplo un aceite esencial de lavanda, que es un aceite muy eficaz para casi todo y que huele de maravilla.

Entonces echamos unas gotitas de aceite vegetal de almendras, muy poquitas, y una gotita de aceite esencial de lavanda y frotamos nuestras manos hasta que estén bien calentitas. Este calor adicional que vamos a conseguir con la frotación también le viene muy bien al tobillo.

Después de frotarnos las manos y cuando las sentimos bien calentitas, abrimos sesión y aplicamos la energía. Si nos apetece podemos añadir un pequeño masaje en la zona.

¿Es bueno para otras cosas?

Practicar con la Energía del Universo es bueno para muchas otras cosas. Nos enseña a cuidar de nosotros mismos, por ejemplo. Convertirnos en nuestros propios sanadores es también una capacitación que adquirimos los reikistas.

Al darle Reiki al tobillo también aumentamos nuestra capacidad de canalizar porque estamos practicando con la energía. Cuanto más practicamos, en mejor canal nos convertimos.

Esther Ponce, maestra de Reiki de la Escuela Reikiterapias en Madrid, España y de la Asociación de Reiki de Madrid REMA.

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