La intuición
La intuición es información que procede de nuestra alma. Sus mensajes no son siempre fáciles de entender, pero con frecuencia esconden verdades muy profundas.
Todos los animales utilizan su instinto para sobrevivir. De igual manera y también para sobrevivir, el ser humano dispone de lo que llamamos intuición. En cierto sentido, es una expresión refinada de nuestro instinto animal primitivo.
¿Qué es la intuición?
La intuición se manifiesta de forma delicada y exquisita.
Además se caracteriza por un carácter espiritual que nos acerca a otros planos de la existencia.
Tiene algo de sobrenatural pero también es profundamente terrenal pues, como hemos dicho, da apoyo a nuestra supervivencia.
Nos obliga a preguntarnos sobre aspectos muy profundos e incomprensibles del ser humano.
¿Cómo diferenciar los mensajes de la intuición de los de mi mente?
No siempre es fácil saber qué quiere decirnos la intuición. Con frecuencia la mente se mete por medio y nos dificulta reconocer el trasfondo de los mensajes.
La respuesta de la intuición suele ser muy rápida. ¡Esto hay que tenerlo en cuenta! Si no aceptas el mensaje tal pronto como te llega, lo más probable es que te bloquees y no llegues a ninguna conclusión. ¡Aceptar la respuesta con rapidez es fundamental!
Si pretendes usar la mente para asegurarte de que el mensaje recibido tiene sentido estropeas el proceso.
Desarrollarla requiere entrenamiento.
Para desarrollarla podemos intentar de vez en cuando este ejercicio: ante cualquier asunto a lo largo del día, nos preguntaremos qué nos dice la intuición en ese momento.
A continuación esperaremos algún mensaje durante unos segundos.
Sobre todo observaremos qué respuesta nos trae el cuerpo: a veces será una sensación física agradable (por ejemplo, una expansión del chakra corazon) y otras una sensación desagradable (como una contracción del Plexo Solar).
Si sentimos algo desagradable a nivel interno entenderemos que nos está diciendo que ese camino no nos conviene. Y al revés: si la sensación corporal es agradable, interpretaremos que estamos en el buen camino.
Cada persona tiene que aprender a interpretar las señales en su cuerpo. Este es un trabajo muy íntimo que tiene que desarrollar cada uno. Nadie nos lo puede transmitir porque el entrenamiento tiene que hacerlo cada individuo por su cuenta.
Otras formas de manifestarse
Por supuesto se manifiesta también de muchas otras maneras, no sólo a través de cuerpo. Cada uno vive expresiones diferentes.
Es conveniente estar abierto a cualquier manifestación. Lo que vale para una persona puede no valer para otra.
La intuición nunca se equivoca
Efectivamente, ¡ella siempre acierta! Somos nosotros los que no sabemos interpretarla bien.
En ese camino de descubrir nuestra intuición hay que aceptar que, sobre todo al principio, nos vamos a equivocar al escucharla.
Es lógico que si estamos aprendiendo a usar la intuición (y aprender cualquier cosa siempre requiere tiempo) cometamos errores al recibir los mensajes. Equivocarse es normal y hay que asumirlo así.
Participando en los grupos de Constelaciones Familiares aprendemos muy deprisa a desarrollar la intuición. Se debe a que en Constelaciones se trabaja mucho la conexión con las sensaciones corporales.
También canalizar Reiki sirve mucho para aprender a escuchar la intuición y expandir nuestros chakras. Sobre todo el Tercer Ojo y el chakra Corona. Estos dos chakras son fundamentales para elevar nuestros niveles de consciencia.
En cualquier caso, lo más importante es uno mismo entrene su intuición cada día. Cada cual tiene que encontrar su propia forma de relacionarse con ella, de dejarse guiar por el Yo Interior.
Autora: Esther Ponce, maestra de Reiki, facilitadora, directora de la Escuela Reikiterapias.